A continuación, encontrará el mensaje del Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, en la apertura de la Cumbre de la Naturaleza 2025 (Nature Summit 2025) celebrada en la Ciudad de Panamá (Panamá). El discurso se pronunció originalmente en inglés, el 20 de mayo de 2025, coincidiendo con la primera Semana del Clima de este año, que también tuvo lugar en la ciudad de Panamá.
Excelencias, colegas y amigas y amigos
El comercio y la incertidumbre económica han dominado los titulares de los últimos meses, pero rara vez debido a los impactos climáticos que lo ponen en peligro.
Porque, sí, las cadenas mundiales de suministro, las venas de toda economía se están fracturando. Pero el caos climático puede tener consecuencias aún más graves y duraderas.
Aquí, en el Canal de Panamá, el cambio climático ya ha hecho bajar los niveles del agua, ralentizando la navegación e interrumpiendo las rutas comerciales.
Para las y los ciudadanos de a pie, eso significa que los costes aumentan y hay menos dinero para gastar.
También significa que los suministros médicos críticos se retrasan para aquellos que los necesitan desesperadamente, que las empresas se someten a una gran presión o quedan en quiebra y que los medios de subsistencia desaparecen.
Las mismas sequías que asolan el Canal están afectando a los productos básicos esenciales en todo el mundo. Reduciendo las cosechas, vaciando los estantes y empujando a las familias al hambre. La hambruna ha vuelto, y no se puede ignorar el papel del calentamiento global.
Y todo esto ocurre mientras la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles eleva el coste de la vida, golpeando duramente los bolsillos de la gente.
Y entre tanto cambio y perturbación, también hay buenas noticias. En momentos como estos, en los que se habla de aranceles y barreras comerciales y de ralentización del crecimiento, es importante no perder la señal entre tanto ruido.
En todo el mundo hay proyectos de energía limpia en marcha. Los inversores están a la espera de dar luz verde a compromisos multimillonarios que mejorarán la vida de las personas.
Lo que me lleva a mi mensaje central para ustedes hoy:
Contar con políticas climáticas claras y firmes es un antídoto contra la incertidumbre económica.
Las políticas climáticas pueden ayudar a que el comercio fluya y las economías crezcan. Y prevenir impactos climáticos salvajemente destructivos.
Proporcionando señales de los gobiernos a los mercados y a las y los inversores dispuestos a presionar el botón de arranque a grandes inversiones.
Por eso es absolutamente esencial una nueva generación de planes climáticos nacionales, o NDC. Aquí en América Latina y en todo el mundo.
En el pasado, los planes climáticos solían centrarse principalmente en los recortes: recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la energía anticuada. Esta nueva generación de planes climáticos se centra también en el crecimiento. Industrias y economías en crecimiento. Y construir un futuro mejor. Un futuro en el que la naturaleza esté protegida y las personas tengan mejores oportunidades.
Si se hacen bien, estos planes pueden atraer una bonanza de beneficios. Más puestos de trabajo. Más ingresos. Y un círculo virtuoso de aumento de la inversión.
Pero a menos que se ponga en práctica, un NDC no es más que papel. Por eso es tan importante el liderazgo político.
Y las señales políticas y normativas de casi todas las mayores economías del mundo son muy claras: la descarbonización mundial es imparable y sigue ganando ritmo y escala.
Desde los rápidos avances tecnológicos en la recarga de vehículos eléctricos hasta los grandes avances en el almacenamiento de energía, todo ello mientras bajan los costes de la energía eólica y solar y de muchas otras tecnologías limpias.
Y está respaldada por datos fehacientes: más del 90% de la nueva energía del año pasado fue renovable.
Está claro en las palabras y los hechos de los líderes que lo entienden.
Brasil, situando la naturaleza en el centro de su plan climático.
Alemania promete invertir miles de millones en medidas climáticas para aumentar la seguridad.
China, por primera vez, dice que fijará un nuevo objetivo climático nacional que abarque todos los gases de efecto invernadero y todos los sectores de la economía.
Esto no se debe únicamente a sus mejores intenciones medioambientales. Es porque la descarbonización mundial es la mayor transformación económica de nuestra era, lo que la convierte en una de las mayores oportunidades comerciales que jamás hayamos visto.
Lo que me lleva a mi segundo mensaje: la cooperación nos hace a todos más prósperos.
Todos los países quieren aprovechar un mercado de energía limpia de 2 billones de dólares.
Y, aunque la competencia es algo bueno, ahora no es el momento de pensar en sumar cero. Tenemos que trabajar juntos para que todos salgamos beneficiados. Que se abran nuevos mercados y se formen nuevas rutas comerciales.
Sencillamente, no podemos permitirnos una transición a dos velocidades, en la que algunos países se adelanten con la energía limpia y la resiliencia climática y dejen atrás a otros. Porque una cadena de suministro es tan fuerte como su eslabón más frágil.
La buena noticia es que también estamos escuchando alto y claro de las y los Jefes de Estado que siguen comprometidos con la cooperación sobre el clima, y para construir sobre los avances que hemos visto en cada COP últimamente.
Hoy, aquí en Panamá, celebramos la primera de nuestras renovadas Semanas del Clima. Más que nunca, este evento se centrará en conectar las palabras sobre el papel en nuestro proceso, con la realización de progresos en el mundo real.
Implicar a las partes interesadas, no sólo de distintos países, sino de distintos sectores de la economía. Mostrando soluciones. Y explorando cómo pueden ampliarse y compartirse. Porque para vencer al cambio climático, todos debemos salir beneficiados.
En estos tiempos de incertidumbre, es importante no perder de vista hacia dónde vamos. Mientras hablamos, cada vez son más los buques que pasan por el Canal transportando los componentes básicos de una economía mundial de energía limpia. Lo que queda por hacer es garantizar que su número siga creciendo y que su contenido llegue a todos los países de la Tierra.
Gracias