El Acuerdo de París demuestra que la cooperación mundial está dando resultados, pero debe avanzar más rápido y de forma más justa para todos: Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
7 Noviembre 2025
Discurso de ONU Cambio Climático
COP30 in Brazil, flags on the table
Credit: Kiara Worth | UN Climate Change

A continuación se incluye la traudcción al español de la declaración del Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, en la sesión de la Cumbre de Líderes de la COP30 sobre «Diez años del Acuerdo de París: contribuciones determinadas a nivel nacional y financiación», celebrada en Belém (Brasil) el viernes 7 de noviembre de 2025.

 

 

Excelencias,  

Amigos, amigas 

Hace más de tres décadas, en Río, la humanidad estableció un nuevo rumbo para la cooperación climática mundial. 

Hace diez años, en París, dimos un gran paso adelante. 

Sin ese acto de valentía colectiva, seguiríamos encaminándonos hacia un futuro imposible de calentamiento descontrolado, de hasta 5 grados. 

Gracias a ello, la curva se ha inclinado por debajo de los 3 °C, lo que sigue siendo peligroso, pero demuestra que la cooperación climática funciona. 

La revolución de la energía limpia está en auge, aunque debemos asegurarnos de que todos los países puedan sumarse plenamente a ella. 

El año pasado, se invirtieron dos billones de dólares en energías renovables, el doble que en combustibles fósiles. 

El 90 % de la nueva capacidad energética mundial fue renovable. 

Nuestro enfoque actual —los planes climáticos y la financiación climática— es la chispa que puede acelerar la acción, impulsando el crecimiento verde y la resiliencia de todas las naciones. 

Nuestro análisis muestra avances: no solo en la reducción de la curva de emisiones, sino también en planes más creíbles para toda la economía; vínculos más sólidos con la adaptación, las transiciones justas y la igualdad de género; una mayor alineación con el Balance Global y con los resultados en el mundo real. 

Además, vemos que las principales economías afirman que se esforzarán por mejorar.  

Porque las naciones que actúen con rapidez obtendrán la mayor parte del auge de la energía limpia que está remodelando el crecimiento mundial. 

Felicito a quienes han presentado sus planes e insto a quienes aún no lo han hecho a que lo hagan ahora. 

Aquí, en Belém, debemos acelerar en todos los frentes. Eso significa redoblar la cooperación internacional, nuestra arma no tan secreta en la lucha contra el cambio climático. 

Pero todos sabemos que los planes sin financiación no pueden alcanzar su pleno potencial. 

La financiación es el gran acelerador. 

La Hoja de Ruta de Bakú a Belém traza el camino desde 300 000 millones de dólares al año hasta 1,3 billones de dólares en 2035, y debe convertirse en realidad. 

Se trata de un interés común, no de caridad, sino de una inversión en estabilidad y prosperidad. 

Cada dólar invertido en soluciones climáticas genera múltiples dividendos: empleos, aire más limpio, más salud, cadenas de suministro globales resilientes, mayor seguridad energética y alimentaria. 

Para hacer posible esa transformación, es necesario ampliar, acelerar y distribuir la financiación, de manera que llegue a todos los países, de forma rápida, justa y completa. 

Amigos, amigas, el Acuerdo de París ha demostrado que la cooperación mundial está funcionando para lograr avances, pero aún no lo suficientemente rápido. 

Diez años después, debemos demostrarlo de nuevo, haciendo que este extraordinario marco funcione de manera más rápida y justa, para todos, en todas partes. 

La historia no nos preguntará qué pretendíamos. 

Preguntará qué logramos. 

Gracias.