Noticias ONU Cambio Climático, 27 de enero de 2020 – La red de instituciones creada durante los últimos 25 años, así como el crecimiento de las iniciativas relacionadas con la adaptación en el marco del proceso sobre el cambio climático de las Naciones Unidas, han contribuido a estimular una importante acción sobre el terreno para crear resistencia a los inevitables efectos producidos por el cambio climático en todo el mundo.

Esta es la conclusión a la que ha llegado el informe titulado 25 años de adaptación en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (en inglés), donde se ofrece un panorama general de la estructura de adaptación en el marco del proceso de la CMNUCC, y de cómo ha evolucionado desde 1994, año en que la Convención entró en vigor. El informe fue presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Madrid (COP25) el pasado mes de diciembre por el Comité de Adaptación.

Por ejemplo, el proceso de la CMNUCC ha llevado a que, hasta ahora, 17 países presenten sus planes nacionales de adaptación (NAPs por sus siglas en inglés), y 120 países en desarrollo estén ya trabajando en ellos. Estos planes contienen medidas tangibles y concretas que pueden ayudar a los países a ir hacia un futuro que se adapte al clima, por ejemplo, mediante la creación de infraestructuras resilientes en todos los sectores, o la promoción de una agricultura resistente al clima para garantizar la seguridad alimentaria.

La Lima Adaptation Knowledge Initiative (Iniciativa de Conocimientos para la Adaptación de Lima), una promesa de acción conjunta en el marco del Nairobi work programme (Programa de trabajo de Nairobi) ha identificado hasta ahora más de 85 brechas de conocimientos relacionadas con la adaptación en seis subregiones que conciernen a esferas como la salud, el agua y la agricultura. Además, ha contribuido a movilizar medidas como la mejora de la difusión y el uso de los conocimientos de las actividades prácticas de adaptación para colmar dichas brechas.

Los diversos fondos relacionados con el proceso de la CMNUCC, además, apoyan continuamente una amplia gama de iniciativas de adaptación concretas, como ayudar a las comunidades costeras a protegerse mejor contra las inundaciones mediante viviendas resistentes, o ayudar a los agricultores a adoptar prácticas agrícolas climáticamente inteligentes.

El informe cuenta la historia de cómo el trabajo de adaptación en el marco del proceso de la CMNUCC ha ido progresando con el tiempo. Inicialmente este trabajo abordó la cuestión de "¿necesitamos adaptarnos?” Con la publicación del tercer informe de evaluación del IPCC en 2001, los países comenzaron a planificar e implementar activamente las medidas de adaptación, y la pregunta pasó a ser "¿cómo nos adaptamos?”

El Marco de Adaptación de Cancún, un importante hito en la historia de la adaptación en el marco de la CMNUCC, centró su atención en la cuestión de "cómo integrar la adaptación en las políticas y acciones sociales, económicas y ambientales pertinentes". Más tarde, con la adopción del Acuerdo de París de 2015, la pregunta en la que los gobiernos comenzaron a centrarse con respecto a la adaptación fue "¿cómo podemos ampliar la acción de adaptación de una manera integral y determinada a nivel nacional, aunque ambiciosa colectivamente?

Tal y como se ilustra en el informe, la expansión de las instituciones e iniciativas que tienen el mandato explícito de apoyar los esfuerzos de adaptación de los países incluye programas de trabajo, como el programa de trabajo de los países menos desarrollados y el programa de trabajo de Nairobi; instrumentos como los programas nacionales de adaptación (NAPAs) y los planes nacionales de adaptación; así como órganos como el Comité de Adaptación, el Grupo de Expertos para los Países Menos Adelantados (LEG por sus siglas en inglés), el Comité Ejecutivo del Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y los Daños, y otros.

Más allá de estos esfuerzos para fortalecer las capacidades técnicas e institucionales, a lo largo de los años el proceso de la CMNUCC también ha proporcionado cada vez más apoyo financiero y tecnológico para la planificación, la aplicación y la evaluación de las medidas de adaptación. Esto incluye la financiación a través del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Fondo Verde para el Clima (GCF) y el Fondo de Adaptación, así como el apoyo tecnológico a través del Centro y Red de Tecnología del Clima (CTCN).

El Fondo para el medio ambiente mundial contribuye a la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo a través de, por un lado, el Fondo para los Países Menos Adelantados, que apoya en las necesidades de adaptación en los países menos adelantados, y por otro, el Fondo Especial para el Cambio Climático (SCCF), accesible para todos los países en desarrollo. En los últimos 27 años, los recursos del Fondo para el medio ambiente mundial han contribuido de manera significativa a los esfuerzos de adaptación, y han ayudado a reducir la vulnerabilidad de más de 11 millones de personas en 130 países.

El Programa de Preparación del Fondo Verde para el Clima ha proporcionado a los países en desarrollo una asignación única de subvenciones de hasta 3 millones de USD por país para la formulación de Planes Nacionales de Adaptación) y otros procesos de planificación de la adaptación. A partir de noviembre de 2019:

• El Fondo Verde para el Clima ha recibido propuestas de planificación de la adaptación de 81 países para la formulación de planes nacionales de adaptación y otros procesos de planificación de la adaptación, dentro del marco del Programa de Preparación del GCF.
• El Fondo Verde para el Clima ha aprobado 35 propuestas, y otras 13 se encuentran en las últimas etapas de aprobación, lo que hace un total de 48 propuestas con un valor combinado de 116 millones de dólares de los EE.UU.

El Fondo de Adaptación ha apoyado una gran cantidad de proyectos de adaptación en países en desarrollo, entre los que se incluye la isla caribeña de Barbuda, que fue devastada por el huracán Irma en septiembre de 2017. El Fondo de Adaptación ha estado financiando un proyecto de adaptación al cambio climático de 10 millones de USD aquí desde marzo de 2017.

Mientras tanto, un ejemplo de apoyo tecnológico proporcionado por el CTCN es el desarrollo de Kurunegala, en Sri Lanka, como una ciudad climáticamente inteligente para abordar las vulnerabilidades climáticas actuales, incluyendo el aumento de las condiciones de calor extremo, los períodos de inundaciones y la disminución del suministro de agua potable.

Mirando hacia el futuro, el informe concluye con una visión general de la evaluación mundial, un mecanismo cíclico establecido para examinar los progresos y mejorar las medidas y el apoyo a los objetivos del Acuerdo de París, y qué se logrará en relación con la adaptación.

Esto ayudará a arrojar luz sobre la escala y el éxito de los esfuerzos de adaptación, así como sobre los aspectos en los que es necesario trabajar más dentro y fuera del proceso de la CMNUCC para acelerar estos esfuerzos.

Para presentar el informe, el Comité de Adaptación invitó a los miembros de otros órganos constituidos que trabajan en la adaptación a que reflexionaran sobre los progresos realizados hasta la fecha en la promoción de las medidas de adaptación en el marco de la CMNUCC, y a que examinaran la forma de aprovechar esos progresos en el futuro.

Representantes del Grupo de Expertos para los Países Menos Adelantados, el Comité Ejecutivo del Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y los Daños, y el Grupo de Trabajo de Facilitación de la Plataforma de Comunidades Locales y Pueblos Indígenas se unieron al debate para compartir sus ideas sobre las diversas instituciones, órganos y mecanismos que se ocupan de la adaptación y la evolución de las prioridades que les dieron origen.

El informe está disponible aquí (en inglés).