Siguen los diálogos regionales sobre el clima en 2019 para impulsar la acción climática
5 Febrero 2019
Artículo
giz
Credit: GIZ, Twitter
Following the successful conclusion of the UN Climate Change Conference (COP24) in Poland last December, which resulted in the adoption of the Paris Agreement Work Programme, the international community finally has operational guidelines to translate their climate pledges under the Paris Agreement into concrete action.

Noticias ONU Cambio Climático, 4 de febrero de 2019 - Tras una conclusión con éxito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP24), celebrada en Polonia el pasado mes de diciembre, y que dio lugar a la adopción del Programa de Trabajo del Acuerdo de París, la comunidad internacional dispone por fin de directrices operativas para traducir en acciones concretas sus compromisos climáticos en virtud del Acuerdo de París. Esto constituye un paso importante para la adopción de medidas en función de la transformación necesaria para limitar el aumento de la temperatura media mundial lo más cerca posible de 1,5 °C, objetivo principal del Acuerdo de París.

2019 se vislumbra claramente como un año decisivo, quizás un punto de inflexión, ya que el cambio climático se ha convertido en la “mayor amenaza para la economía mundial”, tal y como afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, y se requiere urgentemente una acción ambiciosa en todos los frentes. En este esfuerzo de movilización, jugará un papel fundamental la Cumbre sobre el Clima de 2019 del Secretario General de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre y cuyo objetivo es impulsar la ambición y acelerar la acción.

Una serie de Semanas del Clima Regionales impulsará las conversaciones para la Cumbre en África, América Latina y Asia Pacífico. En ellas, dos días se dedicarán a diálogos técnicos sobre la implementación de los compromisos climáticos, las llamadas Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés). Estos diálogos técnicos sobre las Contribuciones, que se llevan a cabo desde 2014, han sido organizados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Cambio Climático para ayudar a los países a planificar e implementar sus compromisos climáticos.

Convertir las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional en acciones por el clima concretas

La última ronda de los diálogos técnicos de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (2017-2018) se centró en el sector energético, y permitió a los participantes intercambiar experiencias sobre la implementación de las Contribuciones, incluida su relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), oportunidades y obstáculos que se encuentran las acciones por el clima, financiamiento climático y participación del sector privado, enfoques sensibles a la igualdad entre hombres y mujeres, aumento de la ambición y estrategias a largo plazo.

Dado que la acción sobre el clima es una cuestión compleja, es necesario un enfoque a nivel nacional, lo que implica la coordinación entre las entidades gubernamentales a todos los niveles y la participación de los principales interesados: desde las mujeres, las poblaciones indígenas y las organizaciones de la sociedad civil, hasta las instituciones financieras y el sector privado. Los diálogos que han tenido lugar hasta la fecha han demostrado que existe una gran necesidad de crear capacidades dentro de los ministerios, y también entre ellos, y que la apropiación local y la rendición de cuentas son esenciales para la sostenibilidad de los proyectos sobre el clima.

El acceso a las finanzas sigue siendo uno de los obstáculos más importantes para la acción sobre el clima. En el futuro, se deben aprovechar los instrumentos financieros, y mecanismos de financiación innovadores, para una movilización adecuada al clima. También debe mejorarse un entorno propicio para la participación del sector privado, así como las colaboraciones entre el sector público y el privado, con el fin de garantizar el ritmo y la escala necesarios de las actividades relacionadas con el clima en estos años críticos que se avecinan.

Ejemplos alentadores del progreso de las regiones en sus compromisos climáticos

  • En América Latina, la transición hacia la energía limpia está en pleno apogeo. Las nuevas reformas y planes energéticos han brindado a los países la oportunidad de aumentar su participación en las energías renovables (principalmente la hidroeléctrica y la eólica) en la matriz energética, establecer fondos de eficiencia energética y promover la electrificación del sector del transporte.  Muchos países están incluyendo el sector del transporte en sus planes de desarrollo, contribuyendo así no sólo a sus objetivos incluidos en las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional, sino también a sus objetivos de desarrollo.
  • En África, un tema emergente clave para los países ha sido el compromiso de los actores regionales, municipales y locales para ayudar a cerrar la brecha entre los ambiciosos objetivos climáticos nacionales, y las acciones concretas requeridas sobre el terreno. La representación de las entidades locales y las organizaciones de la sociedad civil en el diálogo fue un claro indicio de que este proceso de participación inclusiva estaba muy avanzado en la región.
  • Mientras tanto, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo de las regiones del Pacífico y el Caribe han demostrado un gran liderazgo en términos de eficiencia y seguridad energética. En el Pacífico, los países se han basado en los planes o estrategias energéticas existentes para ejecutar proyectos y establecer fondos de energía verde. En el Caribe, se han centrado en la generación de energía renovable y en la eficiencia energética, la gestión de los bosques, el uso de la tierra, y los residuos.  Ambas regiones buscan incluir sectores adicionales como el agua y la agricultura, y fortalecer los componentes de adaptación. Habida cuenta de su ritmo actual de aplicación, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo podrían estar en condiciones de presentar Contribuciones Determinadas a nivel Nacional aún más ambiciosas en 2020.
  • Los países de la región de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central también mostraron una fuerte determinación para implementar sus Contribuciones. Algunos países incluso se esforzaron por ir más allá. Las áreas clave de atención incluyeron la seguridad e independencia energética, el desarrollo de estrategias de desarrollo de bajas emisiones a largo plazo, y la inclusión de la adaptación en las Contribuciones. A medida que los países se preparan para una transición hacia la energía limpia, es alentador ver que surgen nuevas alianzas regionales para desarrollar normas comunes de eficiencia energética y mejorar los sistemas energéticos integrados.
  • El diálogo para Asia y Países Árabes unió a dos regiones bien distintas y mostró que, a pesar de las diferencias entre ellas, los países compartían experiencias muy similares en cuanto a la implementación de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional. Países de ambas regiones ya han empezado a invertir en soluciones limpias y de eficiencia energética (como la eficiencia energética en la edificación y la industria), así como en distintas tecnologías energéticas. Los países están trabajando duramente para reducir obstáculos políticos y regulatorios, y desbloquear así inversiones en la energía limpia. También están explorando instrumentos financieros innovadores como los “sukuks” o bonos islámicos verdes.  

Con 130 países en desarrollo y más de 803 participantes, entre los que se incluyeron ministerios gubernamentales, el sector privado, organizaciones multilaterales y otras instituciones que han participado en esta ronda de diálogos, está claro que los diálogos técnicos de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional han proporcionado hasta ahora una plataforma importante, neutral e inclusiva para que las partes interesadas clave debatan cuestiones técnicas sobre cómo poner en práctica sus compromisos climáticos.

De cara al futuro

La próxima serie de diálogos técnicos sobre las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional, que a partir de ahora se integrarán por primera vez con las Semanas Regionales del Clima, tendrá lugar de 2019 a 2020. Los debates se centrarán en la preparación de una segunda ronda de Contribuciones con mayor cobertura, claridad y ambición; el fortalecimiento de la capacidad para hacer un seguimiento de los progresos en la aplicación de éstas; y el intercambio de conocimientos entre pares, aprovechando la experiencia adquirida en la aplicación de las Contribuciones iniciales y los resultados del Diálogo de Talanoa y de COP24.

Más allá de la segunda generación de Contribuciones Determinadas a nivel Nacional, los diálogos ayudarán a los países a mirar hacia 2050 y más allá, y a fomentar la formulación de estrategias climáticas a largo plazo, que pueden ser enviadas por los países a la CMNUCC hasta 2020. En ellas se definen trayectorias para un desarrollo bajo en carbono, resiliente al clima y sostenible y, por lo tanto, trazan una dirección clara sobre una acción climática ambiciosa para los responsables de políticas y de toma de decisiones, inversores y la comunidad empresarial.

En este enlace encontrará información sobre la próxima Semana del Clima en África, donde se celebrará el próximo diálogo sobre las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional, y sobre otras Semanas del Clima en 2019.

 

Este artículo ha sido publicado conjuntamente con el PNUD