La ONU alerta que el cambio climático está impulsando el hambre en el mundo
12 Septiembre 2018
Artículo
FAO Report
Credit: FAO

Noticias ONU Cambio Climático, 12 de septiembre de 2018. El cambio climático es una de las principales causas del aumento del hambre en el mundo, según un nuevo informe publicado esta semana por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Los autores del informe han mostrado cómo el cambio climático ya socava los esfuerzos mundiales para erradicar el hambre, y señalan como principales causas los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación de la tierra y la desertificación, la escasez de agua y el aumento del nivel del mar.

El número de personas hambrientas creció por tercer año consecutivo en 2017, alcanzando un total de 821 millones en todo el mundo. El documento advierte que este número seguirá aumentando si los países no abordan el cambio climático y fomentan la resiliencia de los países más expuestos sus impactos más inevitables.

En un prefacio conjunto del informe, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacen un llamamiento a un enfoque integrado para contrarrestar los efectos adversos del cambio climático en los sistemas de producción de alimentos:

Si queremos alcanzar un mundo sin hambre y desnutrición en todas sus formas para 2030, es vital que aceleremos y ampliemos las acciones para fortalecer la capacidad de resiliencia y adaptación de los sistemas alimentarios, así como de los medios de vida de las personas, como respuesta a la variabilidad climática y los fenómenos climáticos extremos”, afirmaron los responsables de dichas organizaciones.

El número de desastres relacionados con los fenómenos climáticos extremos, que incluyen olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas, se ha duplicado desde principios de la década de 1990, con un promedio de 213 de estos eventos por año durante el período 1990-2016.

Estos desastres perjudican la productividad agrícola de los cultivos más importantes, como el trigo, el arroz y el maíz, lo que causa que el precio de los alimentos aumente y los productores pierdan ingresos, lo que conlleva a una reducción del acceso de las personas a los alimentos.

Los datos del estudio de la FAO añaden más evidencia a esta tendencia, y muestran que la prevalencia y el número de personas con desnutrición tiende a ser más alta en los países altamente expuestos a los extremos climáticos. Además, la tasa de desnutrición aumenta aún más cuando la exposición a episodios climáticos extremos se ve agravada por una alta proporción de la población que depende de sistemas agrícolas que sean altamente sensibles a la lluvia y la variación de temperatura.

Para poder ilustrar mejor el vínculo entre el cambio climático y la inseguridad alimentaria, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, en colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido (Met Office), ha desarrollado un mapa interactivo que describe diferentes escenarios para el futuro. A medida que se modifican los niveles de emisiones y las medidas de adaptación, los usuarios pueden comprobar cómo la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria podría desarrollarse en diferentes regiones a lo largo del tiempo.

Acuerdo emblemáticos como el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ya han reconocido el vínculo entre el hambre y el cambio climático, así como la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger a las comunidades más vulnerables.

El próximo mes de diciembre, en Polonia, la conferencia de cambio climático (COP24) reunirá a la comunidad internacional para finalizar las guías de implementación del Acuerdo de París y cumplir sus promesas.

 

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