António Guterres: La adaptación necesita el 50% de la financiación climática
25 Enero 2021
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Credit: UN Climate Change

Noticias ONU Cambio Climático, 25 de enero de 2021 - En su intervención de hoy en la Cumbre Mundial de Adaptación al Clima (CAS) de alto nivel, organizada de forma virtual por los Países Bajos, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió que el 50 % de la parte total de la financiación para el clima se destine a la creación de resiliencia y a la adaptación a los efectos de un mundo que se calienta.

Con unos extremos y una volatilidad climática sin precedentes que afectan a las vidas y los medios de subsistencia en todos los continentes, habló de una "mayor conciencia de la importancia de la resiliencia", al tiempo que señaló las enormes lagunas que siguen existiendo en la financiación de la adaptación en los países en desarrollo. "La adaptación no puede ser la mitad descuidada de la ecuación climática", dijo.

Guterres calificó el apoyo a la adaptación y la resiliencia como "un imperativo moral, económico y social", ya que hoy en día una de cada tres personas sigue sin estar cubierta adecuadamente por los sistemas de alerta temprana. Tal y como ilustra la Comisión Mundial de Adaptación, sólo con 24 horas de aviso previo de una tormenta u ola de calor pueden reducir los daños subsiguientes en un 30 %.

El Secretario General de la ONU nombró cinco prioridades para la adaptación y la resiliencia:

Primero: Para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre, todos los donantes y los bancos multilaterales de desarrollo deben comprometerse con el objetivo de asignar más de la mitad de su financiación para el clima a la adaptación, y cumplirlo para 2024. En este sentido, acogió con satisfacción el compromiso asumido hoy por los anfitriones de la Cumbre, el Gobierno de los Países Bajos.

Destacó el reciente informe del PNUMA sobre la brecha de adaptación, que calcula que los costes anuales de adaptación sólo en los países en desarrollo se sitúan en torno a los 70 000 millones de dólares, con la probabilidad de alcanzar los 140 000-300 000 millones de dólares en 2030 y los 280 000-500 000 millones en 2050.

Segundo: Los países en desarrollo deberían recibir el apoyo y las herramientas necesarias para tomar decisiones de inversión y asignaciones presupuestarias resistentes al clima, en particular para las infraestructuras.

Tercero: Los instrumentos financieros existentes activados por las catástrofes, como el Fondo de Seguro contra Riesgos de Catástrofes del Caribe (CCRIF) y la Capacidad de Riesgo de África, deberían ampliarse ya que "por cada dólar invertido en infraestructuras resistentes al clima, se pueden ahorrar seis dólares".

Cuarto: Facilitar el acceso a la financiación, especialmente para los más vulnerables, y ampliar las iniciativas de alivio de la deuda.

Por último, el apoyo a las iniciativas regionales de adaptación y resiliencia, que permitirían, por ejemplo, el canje de deuda por adaptación y proporcionarían la tan necesaria liquidez a los países vulnerables que la necesitan con urgencia.

En su intervención, la Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa, dijo que era hora de afrontar la realidad:  "Tal y como demuestran los actuales fenómenos meteorológicos, la mitigación no es suficiente. La emergencia climática ya está aquí, y la gente ya está sufriendo. Debemos prepararnos, estar preparados".

A este respecto, Patricia Espinosa subrayó el importante papel del Acuerdo de París -que exige a todos los países que planifiquen y apliquen la adaptación mediante Planes Nacionales de Adaptación y del Fondo Verde para el Clima (FVC), que ya está apoyando activamente a los países en desarrollo para que preparen y apliquen dichos planes.

Subrayando que el mundo tiene las herramientas, las capacidades y la oportunidad de llevar a cabo "más, más rápido y mejor" las acciones de adaptación, expresó su esperanza de que la Cumbre de la Adaptación pueda ayudar a asegurar el avance necesario en la adaptación y la resiliencia y conducir a resultados ambiciosos en la COP 26.