Apoyo a la recuperación verde mediante el despliegue de tecnologías climáticas
22 Junio 2020
Artículo
June Momentum Tech

Noticias ONU Cambio Climático, 22 de junio de 2020 – A medida que los países comienzan a reabrir sus economías, los expertos en tecnología subrayaron que para hacer realidad una recuperación más verde, el período inmediatamente posterior a la COVID-19 de los próximos 6 a 9 meses debe centrarse en las políticas climáticas y las tecnologías inocuas para el clima que se han probado y están listas para su puesta en marcha.  

Este fue uno de los mensajes clave de una serie de expertos en tecnología reunidos para identificar cómo las tecnologías sobre el clima y el Mecanismo Tecnológico del Acuerdo de París pueden ayudar a los países a lograr una recuperación económica verde después de la COVID-19.

El Mecanismo Tecnológico consta de dos órganos complementarios: el Comité Ejecutivo de Tecnología (TEC por sus siglas en inglés), su órgano de política, y el Centro y Red de Tecnología del Clima (CTCN por sus siglas en inglés), el órgano de ejecución del mecanismo. Sus funciones son complementarias y apoyan los esfuerzos por abordar tanto los aspectos de política como los de aplicación del desarrollo y la transferencia de tecnología climática, incluso en los países en desarrollo.

Los representantes del Mecanismo Tecnológico, junto con expertos en tecnología del sector privado, el gobierno, los empresarios y una organización internacional, destacaron que la tecnología limpia tiene el potencial de generar más empleos que las inversiones en los sectores más antiguos, lo que resulta invalorable para construir la recuperación que el mundo necesita.

El presidente del TEC, Mareer Husny, dijo: "A pesar de la crisis de la COVID-19 y el consiguiente aplazamiento de la COP26, el TEC está en camino de entregar políticas de tecnología climática ambientalmente racionales para apoyar a los países en la aplicación del Acuerdo de París. Como tal, el TEC tiene mucho interés en hacer una aportación positiva a los esfuerzos de recuperación económica ecológica, especialmente con respecto a la transferencia y el despliegue de tecnologías climáticas".

Si bien existe una multitud de políticas y tecnologías comerciales inocuas para el clima, el fácil acceso a la financiación sigue siendo uno de los principales desafíos para su aplicación.

Los expertos señalaron que los gobiernos y las organizaciones internacionales pueden hacer frente a esos retos de diversas maneras, además de hacer que las tecnologías sean más rentables. Algunos ejemplos serían el facilitar la concesión de subvenciones y otros fondos para la aplicación de diferentes tecnologías no contaminantes, la introducción de legislación y planes de incentivos que den prioridad a la utilización de nuevas tecnologías climáticas, y la promoción de una mayor eficiencia de aquellas tecnologías existentes que emiten grandes cantidades de carbono.

Según Mary Stewart, directora general de Energetics, "las tecnologías para lograr las reducciones de emisiones necesarias para limitar la alerta a 1,5 grados están actualmente disponibles a escala comercial. Desde el punto de vista de las políticas, lo más sencillo es permitir la aplicación de estas tecnologías".

Sin embargo, el despliegue de las tecnologías climáticas funciona mejor cuando se apoya en una política clara y sólida, e incorporada a las políticas nacionales como las contribuciones determinadas a nivel nacional (conocidas como NDC por sus siglas en inglés).

Las contribuciones determinadas a nivel nacional son el núcleo del Acuerdo de París y encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los impactos del cambio climático. Cada una de ellas refleja la ambición del país, teniendo en cuenta sus circunstancias y capacidades internas.

Este año es crítico con respecto a la ambición ante el cambio climático, ya que 2020 es el año en que las Partes presentarán sus contribuciones determinadas a nivel nacional nuevas o actualizadas. Dichas contribuciones se presentan una vez cada cinco años y, por lo tanto, representan una oportunidad clave para captar las iniciativas de recuperación verde que van más a largo plazo, una vez llegue la etapa de recuperación de la COVID-19.

Si bien las tecnologías sobre el clima tienden a ser específicas de cada país, el apoyo de los gobiernos para el estímulo debería incluir requisitos para la adopción de medidas más ambiciosas.

Las tecnologías climáticas que generen más empleos por inversión serán determinantes. Por ejemplo, los programas de eficiencia energética que impulsan el empleo local y los equipos de origen local serán una buena fuente de empleos, y podrían proporcionar una reducción significativa de los costos y las emisiones.

En los lugares donde los hogares están conectados a la electricidad, los programas que abordan el uso de la energía son importantes. Por otro lado, en las áreas sin electrificación se beneficiarían de la implementación de energía renovable, ya sea a pequeña o gran escala, en función de las circunstancias. Los países en desarrollo disponen de una serie de ayudas para aprovechar esta oportunidad.

El TEC ofrece recomendaciones sobre políticas de tecnología sobre el clima para los países en una amplia gama de cuestiones tecnológicas.

El CTCN proporciona asistencia técnica a los países según sea su solicitud.

El Fondo Verde del Clima (GCF) ayuda a los países en desarrollo a fomentar medidas de recuperación nacionales más ecológicas a los países menos adelantados.

ONU Cambio Climático también está siempre dispuesta a dar el apoyo necesario a los países. 

El evento grabado se encuentra aquí.