La igualdad entre hombres y mujeres es crucial para abordar el cambio climático
21 Febrero 2018
Artículo
Woman cooking

Noticias ONU Cambio Climático, 19 de febrero de 2018 – Las mujeres y las niñas desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, y es esencial asegurarse de que no solo se entienda completamente, sino que también se incorpore a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según sostiene un nuevo informe de la ONU.

Desde el aumento del nivel del mar hasta la reducción del rendimiento de la productividad agrícola, pasando por las inundaciones urbanas, los impactos del cambio climático afectan especialmente a las mujeres. Las mujeres constituyen un alto porcentaje de las comunidades más pobres del mundo que dependen de los recursos naturales para sobrevivir.

“La Agenda 2030 tiene el potencial de transformar las vidas de mujeres y niñas en todo el mundo, aunque los desafíos son desalentadores. La extracción a gran escala de recursos naturales, el cambio climático y la degradación ambiental avanzan a un ritmo sin precedentes, socavando los medios de subsistencia de millones de mujeres y hombres, especialmente en el mundo en desarrollo”, afirman los autores.

Que la acción climática se desarrolle con éxito depende, sobre todo, de la participación de las mujeres como partes interesadas y como planificadoras, para garantizar que todo el mundo tenga acceso a los recursos necesarios para adaptarse y mitigar el cambio climático.

Los ejemplos de dicha participación, que se describen en un reciente informe de ONU Mujeres, abarcan desde el rol de las mujeres en la creación de resiliencia contra los desastres naturales, hasta ser agentes clave para apoyar el desarrollo con bajas emisiones.

“Aunque miles de millones de personas ya han tenido acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua y saneamiento desde el año 2000, el progreso ha sido desigual, y algunos de los avances son cada vez más frágiles a medida que el estrés hídrico se intensifica debido al cambio climático, el consumo insostenible y la intensificación de la actividad agrícola”, dicen los autores.

El informe sostiene que los países por si solos no pueden abordar todo el problema del cambio climático, sino que se requiere una mayor cooperación mundial, tanto por parte de los responsables de la formulación de políticas como de los interesados que no son Partes, para poner sobre la mesa las voces de las mujeres y sus necesidades específicas.

El informe “La igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” destaca el tema de la energía limpia, especialmente en la preparación de alimentos.

La preparación de alimentos, que en todos los países se lleva a cabo básicamente por mujeres, requiere energía en el hogar. En la mayoría de los países en desarrollo y las economías emergentes, las mujeres usan cocinas que dependen de combustibles sólidos como la biomasa (madera, carbón vegetal, residuos agrícolas y estiércol animal), y el carbón como fuente principal.

El uso de estos combustibles sólidos sucios contribuye a emisiones nocivas de dióxido de carbono y carbón negro (hollín), agentes destructivos que perpetúan el cambio climático.

 

Solid Fuels

Gráfico de ONU Mujeres. Cuando los hogares dependen de combustibles sólidos, no es solo el clima el que sufre. Las mujeres, principales miembros de la familia que recolectan y usan combustible sucio, deben dedicar más tiempo a recolectarlo.

La inversión en cocinas eficientes que utilizan combustibles más limpios, como por ejemplo la energía solar, es una solución al uso intensivo del carbón que existe en estos momentos, además de ser ambientalmente sostenible y tener en cuenta el papel de las mujeres.  Además de los efectos climáticos adversos, la dependencia de los combustibles sólidos significa que las mujeres y las niñas deben pasar una gran cantidad de tiempo recolectando combustible.

“Los impactos en la salud y el medio ambiente de los combustibles no limpios y las tecnologías ineficientes pueden ser devastadores para las mujeres y los niños quienes, en general, pasan más tiempo en el hogar”, dicen los autores.

Mujeres en la agricultura

El papel que juegan las mujeres en la agricultura también se destaca en el informe. En el mundo, un cuarto de las mujeres en activo se dedica a algún tipo de agricultura.  

Los impactos del cambio climático incluyen la reducción de los rendimientos de los cultivos y los bosques, y la acidificación del océano, lo que afecta negativamente a la explotación de la vida marina.

Según el informe, para 2050, el cambio climático habrá reducido la producción de arroz en un 15 % y de trigo en un 49 % en el sur de Asia, y un 15 % y 36 % respectivamente en el África subsahariana, lo que aumentará los precios de los alimentos y, como consecuencia, también la inseguridad alimentaria.

Muchas trabajadoras agrícolas también se enfrentan a graves desigualdades a la hora de acceder a la tierra, al crédito y a aportes fundamentales como los fertilizantes, el riego, el uso de la tecnología, la información y los mercados. Por este motivo, la tecnología de adaptación, como las variedades de cultivos resistentes al calor y que conserven el agua son particularmente importantes para ellas.

ONU Cambio Climático impulsa la acción climática entre las mujeres

Un pilar de esta solidaridad internacional contra la aceleración del cambio climático es el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el aumento medio de la temperatura global a muy por debajo de 2 grados centígrados, y lo más cerca posible de los 1,5.

“Para que el Acuerdo de París tenga éxito, las mujeres y las niñas deben participar plenamente en la política climática. Cuando incluimos a las mujeres en las soluciones climáticas, vemos un crecimiento económico mejorado y unos resultados más sostenibles”, afirmó Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático.

Auspiciada por la ONU, la acción climática entre las mujeres aumenta en alcance y velocidad. El pasado mes de noviembre, en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático, los países adoptaron una nueva hoja de ruta para incorporar la igualdad entre hombres y mujeres y el empoderamiento de éstas en el discurso y las acciones para luchar contra el cambio climático.

El llamado Plan de acción de género fija, en cinco áreas prioritarias, las actividades que ayudarán a alcanzar este objetivo.

Estas áreas van desde aumentar el conocimiento y las capacidades de mujeres y hombres a través de talleres e intercambios de información, para que puedan integrar sistemáticamente las consideraciones de género en todas las áreas de su trabajo, hasta lograr la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres en las delegaciones nacionales.