La industria de la automoción mundial debe adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos y al endurecimiento de las reglamentaciones medioambientales, o arriesgarse a quedar atrás, según un nuevo análisis del Carbon Disclosure Project (proyecto de información de emisiones de carbono, CDP por sus siglas en inglés).
Las últimas investigaciones muestran que la industria está en la cúspide de un punto de inflexión, con objetivos de emisiones crecientes, una transición de vehículos con bajas emisiones de carbono y tecnologías avanzadas en forma de conducción autónoma y compartida, que presentan oportunidades y riesgos para la industria.
Al poner de relieve los enormes cambios que se observan actualmente en la industria de la automoción, la investigación sugiere que más del 30 % de las ventas de automóviles nuevos se proyectarán como vehículos con cero emisiones e híbridos eléctricos, lo que representa un mercado potencial de 1 billón de dólares estadounidenses. Los vehículos eléctricos podrían llegar a ser tan asequibles como los tradicionales automóviles de gasolina y diésel ya en 2022, lo que facilitará que los fabricantes se beneficien de una economía baja en carbono.
El transporte por carretera representa el 17% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, lo que supone un factor importante que contribuye al cambio climático. Los esfuerzos para acelerar el despliegue de vehículos eléctricos y de bajas emisiones son vitales para reducir las emisiones de carbono y alcanzar el objetivo central del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que es mantener la temperatura media global por debajo de 2 grados centígrados, y lo más cerca posible a los 1,5 por encima de los niveles preindustriales.
Acerca del informe, Paul Simpson, Director General de CDP, dijo: “El sector del automóvil es el ejemplo modelo del futuro de la industria tal y como la conocemos. De alguna manera, los disruptores tecnológicos y de software han forzado a esta industria altamente emisora a innovar a un ritmo más rápido de lo deseado para ellos. Es alentador ver a los fabricantes tradicionales de automóviles dar un paso al frente para cumplir con los cambios globales en la demanda de vehículos eléctricos”.
El análisis realizado por CDP clasificó a 16 de las compañías de automoción más grandes del mundo listas comercialmente para una transición baja en carbono, con una capitalización total en el mercado de 790 000 millones de dólares estadounidenses, lo que representa más del 75 % del mercado mundial de vehículos de pasajeros. En el informe, las empresas mejor calificadas son BMW, Daimler y Toyota, mientras que Suzuki, FCA y Subaru están en la parte inferior.
Como respuesta a los cambios en la industria de la automoción mundial y a las tendencias de los consumidores, las compañías tradicionales de automóviles están invirtiendo cada vez más en compañías de vehículos autónomos y también compartidos, como Lyft, y han establecido unos ambiciosos objetivos para este tipo de vehículos. Desde 2015, se han invertido para ello más de 11 000 millones de dólares americanos. Por ejemplo, General Motors trabaja actualmente para alcanzar un “futuro totalmente eléctrico” y pretende también lanzar un servicio de viaje compartido totalmente autónomo para 2019.
Pero ampliar las oportunidades de negocio también viene acompañado de algunos desafíos, incluso cuando las empresas se ajustan a un mercado cambiante. Por ejemplo, alrededor del 50 % de los fabricantes de automóviles incurren en penalidades por no cumplir sus objetivos de emisiones, con hasta 940 millones de euros en riesgo. Solo en la Unión Europea, las emisiones deben reducirse hasta una quinta parte durante los próximos 5 años, lo que significa que algunas empresas necesitarán aumentar su participación en las ventas de vehículos eléctricos en un 20 % para cumplir con los objetivos fijados para 2021.
A continuación, se detallan algunos de los riesgos y oportunidades para el sector que se destacan en el informe:
- China, clave en la disrupción del sector del automóvil: el mercado de vehículos más grande del mundo tiene ambiciosos objetivos para vehículos que utilizan nuevas energías, como los vehículos eléctricos. Esto es significativo, ya que China representa el 29 % de las ventas mundiales de vehículos de pasajeros.
- Todos los ojos puestos en la gobernanza: las estructuras de gobernanza y remuneración no se alinean con la transición hacia las bajas emisiones de carbono. Sin embargo, las empresas europeas se centran especialmente en las retribuciones vinculadas al clima y la experiencia a nivel directivo.
- Aumento de los costos de cumplimiento: los fabricantes de automóviles hacen frente a costos cada vez mayores para poder cumplir con las regulaciones de emisiones en los motores de los automóviles tradicionales. Se espera que el crecimiento de estos se triplicará para 2025 y se alcanzarán más de 2 200 dólares por vehículo. Las empresas pueden encontrarse con dificultades para pasar estos costos a los consumidores.
- Impacto en otros sectores: Todos los cambios en la industria de la automoción tendrán un impacto material en otros sectores, como el petróleo, el gas y el sector energético, lo que se traducirá en una mayor demanda de electricidad.
Lea aquí el comunicado de prensa de CDP (en inglés).