El Paquete de medidas de Katowice sobre el clima: cómo hacer que el Acuerdo de París funcione para todos

En 2015, los delegados adoptaron el Acuerdo de París entre una alegría generalizada. Sin embargo, era evidente que aún quedaban por negociar los detalles de cómo se aplicaría el Acuerdo de forma transparente y justa para todos.

Los países se dieron hasta la COP24 en 2018 como plazo para completar estas negociaciones sobre las directrices para la aplicación.

Las negociaciones comenzaron en 2016, en medio de un aumento de las emisiones mundiales e infinidad de indicios del cambio climático, tales como incendios forestales, sequías y tormentas.

"Reconociendo la urgencia, los Gobiernos superaron dificultades políticas y complejos problemas técnicos hasta acordar el Paquete de medidas de Katowice sobre el clima en la COP24", dijo la máxima representante de la ONU en materia de cambio climático, Patricia Espinosa.

"El resultado de Katowice es un gran avance del que todos los Gobiernos pueden estar orgullosos. Refuerza el Acuerdo de París y abre las puertas a la implementación de medidas para afrontar el cambio climático en todo el mundo", subrayó.

El paquete establece los procedimientos y mecanismos esenciales que permitirán poner en práctica el Acuerdo de París. La adopción de las directrices, elaboradas de forma minuciosa, promete generar una mayor confianza y fortalecer la cooperación internacional en uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos: la transición a un mundo con bajas emisiones y resiliente al clima.

El Acuerdo de París establece el ambicioso objetivo de mantener el calentamiento del planeta muy por debajo de 2 °C al mismo tiempo que se procura limitar el aumento a 1,5 °C. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), para poder limitar el calentamiento a 1,5 °C tendremos que reducir nuestras emisiones de CO2 alrededor de un 45 % de aquí a 2030 (con respecto a los niveles de 2010). Incluso limitar el calentamiento del planeta a 2 °C exigirá nada menos que pasar a una economía climáticamente neutra para mediados de este siglo, tan solo dentro de unos decenios.

Las directrices de implementación del Acuerdo de París respetan las diferentes capacidades y realidades socioeconómicas de cada país, al mismo tiempo que proporcionan la base para que la ambición de las medidas por el clima no deje nunca de aumentar.

Establecen un sistema internacional eficaz para promover y supervisar el progreso al mismo tiempo que empoderan a los países para crear sistemas nacionales que les permitan aplicar el Acuerdo. Juntos, estos sistemas capacitarán a los países para contribuir de forma transparente con sus respectivas medidas a solucionar el problema mundial del cambio climático.

"El Paquete de medidas de Katowice sobre el clima acordado en la COP24 proporciona los detalles necesarios para poner en práctica el Acuerdo de París. Ahora, lo prioritario es que los países se preparen a nivel nacional para su plena aplicación", dijo Espinosa.

"Todas las pruebas de los últimos 10 años indican de forma clara y abrumadora que las medidas para afrontar el cambio climático aportan ventajas sociales y económicas. La plena aplicación del Acuerdo a nivel nacional significa que, tanto los países como los agentes no estatales, pueden aprovechar todas esas ventajas al entrar en una nueva era de acción climática acelerada", añadió.

El resultado de Katowice es un complejo paquete conseguido mediante intensos debates técnicos y con compromiso político, y que contiene orientación para la puesta en práctica del Acuerdo en lo que respecta a:

  • la información sobre los objetivos nacionales de mitigación, y otros objetivos y actividades relacionados con el clima, que los Gobiernos proporcionarán en sus contribuciones determinadas a nivel nacional (conocidas como NDC por sus siglas en inglés);
  • cómo comunicar los esfuerzos de adaptación a las repercusiones del cambio climático;
  • las reglas de funcionamiento del marco de transparencia, que mostrará al mundo lo que están haciendo los países frente al cambio climático;
  • el establecimiento de un comité para facilitar la aplicación del Acuerdo de París y promover el cumplimiento de las obligaciones dimanantes del mismo;
  • cómo llevar a cabo el balance mundial del progreso general hacia los objetivos del Acuerdo de París;
  • cómo evaluar el progreso del desarrollo y la transferencia de tecnología;
  • cómo proporcionar información preliminar sobre el apoyo financiero a los países en desarrollo y el proceso de establecimiento de nuevas metas de financiación de 2025 en adelante.

En el resto de este artículo se analizan con mayor detenimiento los elementos clave del Paquete de medidas de Katowice sobre el clima.

Changing together written on a banner
Credit: UN Climate Change

El Acuerdo de París establece el objetivo a largo plazo de mantener el  calentamiento del planeta muy por debajo de 2 °C, al mismo tiempo que se procura limitar el aumento a 1,5 °C. Para cumplir este objetivo mundial todos y cada uno de los países tendrán que tomar medidas.

Cada Gobierno puede actualizar o presentar sus contribuciones determinadas a nivel nacional, en las que describa sus objetivos y actividades con respecto al clima, especialmente los relacionados con la mitigación. En ellas deben reflejarse también "sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus capacidades respectivas".

Cada contribución se actualizará cada cinco años y debería demostrar una ambición mayor con respecto a la anterior. El Paquete de medidas de Katowice sobre el clima proporciona orientación detallada sobre cómo hay que presentar dichas contribuciones.

Esta orientación se aplica a la segunda contribución que hay que presentar de aquí a 2025. Cualquier país puede optar voluntariamente por aplicarla también con la primera. Muchos Gobiernos ya han presentado sus primeras contribuciones determinadas a nivel nacional, a pesar de que habían acordado que oficialmente no era necesario hacerlo hasta 2020. En la orientación acordada se describe el contenido que deben tener y el enfoque que hay que dar a los objetivos y las actividades de mitigación, con lo que se asegura la comparabilidad de las contribuciones.

Las directrices también abordan los beneficios combinados de la mitigación (por ejemplo, los derivados de la diversificación económica), la prestación de apoyo para el fomento de la capacidad de los países en desarrollo con el fin de que puedan preparar sus contribuciones, la aplicación por todas las Partes de un plazo común para la comunicación de las contribuciones a partir del 2025, y los efectos negativos de las medidas de respuesta en determinados países y sectores.

Es importante señalar que la orientación también incluye las modalidades para el funcionamiento y la utilización de un registro público de contribuciones, del que la secretaría está elaborando un prototipo que someterá a la consideración de las Partes. El prototipo estará basado en el registro provisional actual de las contribuciones determinadas a nivel nacional. Estará disponible junto con el nuevo registro de comunicaciones sobre la adaptación a través de un portal web con dos partes.

Estas directrices se revisarán y, en caso necesario, se actualizarán en el transcurso de los próximos diez años.

Women walking through flooded land in Pakistan
Credit: Flickr/Asian Development Bank

Además de la mitigación, las directrices de implementación del Acuerdo aclaran cómo llevar un seguimiento de los esfuerzos para mejorar las capacidades nacionales de adaptación a los efectos adversos del cambio climático.

Dicho seguimiento es esencial porque, incluso si todas las emisiones de gases de efecto invernadero se detuviesen completamente mañana, el clima seguiría cambiando debido a las emisiones del pasado. Cuanto menos reduzca el mundo las emisiones futuras, más habrá que trabajar para adaptarse a sus efectos y más crítica será la situación de los más vulnerables.

La información sobre las prioridades, necesidades, planes y medidas de adaptación serán presentadas a través de “comunicaciones sobre la adaptación" así como a través de las contribuciones determinadas a nivel nacional. Las directrices para la aplicación del Acuerdo presentan una lista de elementos no vinculantes que se pueden incluir en esas comunicaciones.

La secretaría está elaborando un prototipo de registro público de comunicaciones sobre la adaptación que las Partes pueden evaluar. La finalidad de este registro es que las Partes aprendan unas de otras y exploren las buenas prácticas que otras Partes están siguiendo. Estará disponible junto con el prototipo de registro de las contribuciones determinadas a nivel nacional a través de un portal web con dos partes: una para las comunicaciones sobre la adaptación y otra para las contribuciones.

Las directrices incluyen así mismo una reseña de las instituciones que prestan apoyo para la adaptación en el marco del Acuerdo de París, la inclusión de la adaptación en el informe de síntesis y otros informes elaborados por la secretaría, y un proceso para estudiar formas de movilizar un mayor apoyo para la adaptación.

Dando mayor importancia a los países vulnerables, en la conferencia de Katowice también se acordó que a partir de ahora el Fondo de Adaptación, originalmente establecido en el marco del Protocolo de Kyoto de 1997, también estará al servicio del Acuerdo de París.

Las Partes en el Acuerdo de París examinarán si las medidas de adaptación y de apoyo para la adaptación en los países en desarrollo en los próximos años son adecuadas y eficaces.

De aquí a 2022, el Comité de Adaptación trabajará con el IPCC en la redacción de orientación complementaria sobre la información relativa a la adaptación que hay que comunicar. En 2025 las Partes harán balance de la orientación para la adaptación y, si es necesario, la modificarán.

Landslide in a town in Peru
Credit: Flickr/Ministeriodedefensaperu

Un creciente número de países ya está sufriendo importantes pérdidas y daños causados por los efectos del cambio climático, y se prevé que estos daños van a empeorar. Las Partes en el Acuerdo de París utilizarán el Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y los Daños con el fin de ayudar a los países más vulnerables a hacer frente a estas consecuencias.

Según las nuevas directrices para la aplicación del Acuerdo, los países más vulnerables pueden informar de los daños y las pérdidas relacionados con el clima que han sufrido a través de la sección dedicada a los efectos y la adaptación en el marco de transparencia (véase más adelante).

También se pueden incluir medidas para afrontar estos desafíos, previsiones de pérdidas y daños futuros e información sobre qué tipo de apoyo se necesita.

Toda esta información será evaluada cada cinco años cuando las Partes realicen el balance mundial del progreso de la aplicación del Acuerdo de París (véase más adelante).

Construction wind farm
Credit: Flickr/Consumersenergy

El Acuerdo de París reconoce que los países desarrollados deben encabezar la movilización de recursos financieros para apoyar la acción sobre el clima en los países en desarrollo. El Paquete de medidas Katowice sobre el clima proporciona algunos detalles importantes sobre el avance de la financiación para hacer frente al cambio climático.

  1.  1. Confirmación de la movilización de financiación

Los países desarrollados se han comprometido a movilizar 100 000 millones de USD anuales para 2020 y hasta 2025, para medidas tanto de adaptación como de mitigación en países en desarrollo. En la COP24, unos cuantos países desarrollados se comprometieron a lograr este objetivo.

Muchos países en desarrollo necesitan apoyo para contribuir con medidas nacionales al esfuerzo mundial. Es más, para fomentar la confianza de los países es esencial que se cumpla ese objetivo, por lo que es fundamental que se haga un mayor esfuerzo para alcanzarlo.

2. Importancia de las funciones del Fondo Verde para el Clima y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial en el apoyo a los países en desarrollo

En Katowice se recalcó tanto la urgencia de que se comprometan contribuciones para reponer el Fondo Verde para el Clima en 2019, como el papel que desempeña el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Esto es especialmente importante en lo que respecta a la Iniciativa de Fomento de la Capacidad para la Transparencia.

Financiación para el clima asignada al Acuerdo de París después de 2020

3. Disposiciones para la previsibilidad y claridad de la financiación para el clima

From below view of modern building
Credit: Unsplash/impatrickt

Con el fin de mejorar la previsibilidad y la claridad de la financiación destinada a hacer frente al cambio climático, los países desarrollados presentarán comunicaciones bienales de los niveles de financiación previstos. Dichas comunicaciones contendrán información tanto cuantitativa como cualitativa.

La presentación de estas comunicaciones comenzará en 2020. Cualquier otra Parte que desee proporcionar recursos financieros puede presentar también dichas comunicaciones bienalmente o cuando lo considere oportuno.

La secretaría publicará las comunicaciones en un portal web dedicado a ellas.

A partir de 2021 la secretaría preparará un informe de recopilación y síntesis de lo que se ha comunicado, con el que se contribuirá al balance mundial.

Cada dos años se convocará un diálogo ministerial de alto nivel en torno a la financiación para el clima.

Al igual que el Fondo Verde para el Clima y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Fondo de Adaptación prestará apoyo a los países en desarrollo y estará al servicio del Acuerdo de París.

 

4. Objetivo financiero más allá de 2025

El establecimiento de un nuevo objetivo cuantificado colectivo desde el mínimo de 100 000 millones de USD anuales se iniciará en la Conferencia de las Partes que se celebre en 2020.

5. Determinación de necesidades

La COP decidió que, a partir de 2020, el Comité Permanente de Financiación presentará informes sobre la determinación de las necesidades de apoyo que tengan los países en desarrollo para aplicar la Convención y el Acuerdo de París.

6. Concordancia de los flujos financieros con el Acuerdo de París. 

Para garantizar que las trayectorias de desarrollo sostenible con bajas emisiones se conviertan en lo habitual, los flujos financieros tienen que ser compatibles con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

Por consiguiente, la COP decidió que el Comité Permanente de Financiación incluya este importante aspecto en su evaluación y reseña general bienal de las corrientes de financiación para el clima a partir de 2020. Esta labor aportará información para el balance mundial.

Person standing under a very large solar panel on solar farm
Credit: Flickr/NREL

Muchos países necesitan un mayor acceso a tecnologías verdes para reducir sus emisiones y fortalecer su resiliencia. Las tecnologías de energía limpia y otras inocuas para el clima son esenciales para ralentizar, detener y luego invertir el cambio climático.

El Mecanismo Tecnológico establecido en virtud de la Convención sobre el Cambio Climático desempeñará un papel importante a la hora de promover y facilitar que se intensifique la labor relativa al desarrollo y la transferencia de tecnología. Dicha labor es esencial para ayudar a los países a realizar cambios transformadores que conduzcan a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, como se prevé en el Acuerdo de París.

Además, el marco tecnológico establecido en virtud del Acuerdo de París proporcionará orientación que cubrirá todos los aspectos para que el Mecanismo Tecnológico apoye la aplicación del Acuerdo.

El marco contiene cinco áreas prioritarias, a saber, la innovación, la implementación, la creación de entornos propicios y el apoyo, con la participación activa de las partes interesadas pertinentes, y una colaboración más estrecha entre el sector público y el privado.

Las directrices de aplicación del Acuerdo establecen un proceso para evaluar el progreso del desarrollo y la transferencia de tecnología.

Se acordó que el alcance y las modalidades de la evaluación periódica servirían para evaluar si el apoyo prestado al Mecanismo Tecnológico para que preste servicio al Acuerdo de París es adecuado y eficaz. Esta evaluación también contribuirá al balance mundial. La primera evaluación comenzará a finales de 2021.

Woman from India repairs solar powered lamp
Credit: Flickr/UN Women

Aparte de la financiación y la tecnología, también es muy necesario fomentar la capacidad de los países menos adelantados, y otros países, para llevar a la práctica todos los aspectos del Acuerdo de París. Una amplia gama de fondos e instituciones apoya el fomento de la capacidad en el marco del Acuerdo.

En Katowice se tomaron medidas con el fin de reforzar el apoyo institucional para el fomento de la capacidad. Se puso en marcha un examen del Comité de París sobre el Fomento de la Capacidad y se invitó a las Partes y a los observadores a que presentaran sus opiniones. En la COP25 se adoptará una decisión al respecto.

Diver documenting state of coral reef underwater
Credit: Flickr/Npsclimatechange

El Acuerdo de París establece un marco de mayor transparencia diseñado con la intención de fomentar la confianza mutua entre los países y en que todos ellos están contribuyendo al esfuerzo mundial.

La conferencia de Katowice desarrolló este marco aplicable a todos los países mediante la adopción de un conjunto detallado de procedimientos y directrices que determinan su funcionamiento.

Estas directrices definen la información que hay que comunicar, el examen técnico por expertos, disposiciones transitorias y un "examen facilitador y multilateral de los progresos".

En la conferencia se pidió al Fondo para el Medio Ambiente Mundial que apoyara a las Partes que son países en desarrollo en la preparación de su primer informe bienal de transparencia y los subsiguientes.

A través de la detallada orientación sobre la información que hay que dar para el proceso de presentación de informes, de examen técnico y de examen de los progresos, y poniendo estos informes a disposición del público, el marco de mayor transparencia permitirá llevar un seguimiento de los progresos que haya hecho cada país.

El seguimiento de los progresos se realizará empleando las metodologías más recientes que figuran en las directrices del IPCC. De esta manera, será posible comparar las medidas de un país con los planes y ambiciones que haya descrito en sus contribuciones determinadas a nivel nacional.

Para garantizar que este ejercicio sea lo más riguroso y preciso posible, las Partes deberán ahora elaborar tablas comunes para informar sobre sus inventarios nacionales de gases de efecto invernadero, tablas con un formato común para llevar un seguimiento del progreso de las contribuciones determinadas a nivel nacional, y la financiación para el clima, resúmenes de los informes bienales sobre la transparencia y otros componentes esenciales.

Girl clears snow from a solar panel using a broom
Credit: Flickr/TenTenUk

Con el fin de facilitar la aplicación del Acuerdo de París y el cumplimiento de sus disposiciones, los países establecieron un comité.

Este comité pondrá en marcha de manera no punitiva un "examen" de los casos en que un país no haya proporcionado los informes obligatorios sobre sus medidas, o no haya presentado o mantenido sus contribuciones determinadas a nivel nacional.

El comité consultará a las Partes y les pedirá que le ayuden, de manera constructiva, a desempeñar su función de facilitar un mayor grado de cumplimiento mediante recomendaciones y asistencia. Estará integrado por 12 miembros en activo y 12 suplentes que ejercerán su cargo durante un período de tres años.

View of the plenary at COP 24
Credit: UN Climate Change

Para medir el avance colectivo del mundo hacia los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París, los Gobiernos harán un balance mundial en 2023, y a partir de entonces cada cinco años.

En el balance se considerarán todos los aspectos del Acuerdo teniendo en cuenta la mejor información científica disponible. Los temas que cubrirá serán la mitigación, la adaptación, los flujos financieros, la equidad, los medios de aplicación y el apoyo.

Las directrices de implementación del Acuerdo de París definen con más detalle el proceso de organización y realización del balance mundial. Como no se puede señalar a ninguna Parte, en el balance mundial se presentará información sobre el avance hacia los objetivos del Acuerdo desde un punto de vista colectivo. La información del balance incluirá la de los informes presentados en el marco de mayor transparencia, así como la de otras fuentes.

Como se ha indicado anteriormente, los países también pueden incluir información sobre las pérdidas y los daños y sobre las medidas tomadas al respecto. Las contribuciones al balance mundial no procederán solo de los países, sino también de los interesados directos, de organizaciones y de otras fuentes.

Las Partes mantendrán un diálogo técnico facilitador, celebrarán una serie de eventos de alto nivel y tomarán otras medidas para hacer avanzar el proceso y fortalecer su utilidad con el paso del tiempo.

 
Woman works on soil testing in laboratory
Credit: Flickr/SIAT

Si bien en Katowice se consiguió finalizar el grueso de las directrices de implementación, todavía quedan pendientes algunas cuestiones.

Aún hay que finalizar la orientación para cooperar de manera voluntaria y para utilizar mecanismos de mercado, y habrá que pulir algunos detalles técnicos, como por ejemplo la elaboración de varias tablas para informes y la labor técnica concreta que realizarán varios órganos constituidos.

Estos elementos pendientes tendrán que recibir la debida atención a lo largo del año, ya que está previsto que determinados resultados estén listos para cuando se celebre la COP25 en Santiago de Chile.

Con el Acuerdo de París y las directrices para su aplicación terminados, urge ponerlos en práctica, ya, hoy mismo.

Entonces, cuando los países presenten sus primeras contribuciones determinadas a nivel nacional, o las actualizadas en 2020, los Gobiernos harán bien en asegurarse de que esas contribuciones reflejan su mayor ambición posible. No hay que desaprovechar 2019: no hay ningún motivo para retrasar las medidas mientras el mundo, preparado con información científica, empieza a aplicar plenamente el Acuerdo de París.

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