El siguiente texto es una traducción al español del discurso pronunciado por el Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, en la clausura de la COP29 el día 24 de noviembre de 2024.
Excelencias, delegados, delegadas, colegas, amigos,
Quiero empezar dando las gracias a la Presidencia por todo lo que ha hecho para hacer posible una exitosa COP de finanzas aquí en Bakú.
Ha sido un trayecto difícil, pero hemos logrado un acuerdo.
Esta nueva meta de financiación es una póliza de seguro para la humanidad, en medio del empeoramiento de los impactos climáticos que afectan a todos los países. Pero como cualquier póliza de seguros, sólo funciona, si las primas se pagan en su totalidad, y a tiempo. Las promesas hechas deben cumplirse, para proteger miles de millones de vidas.
Este acuerdo mantendrá el auge de la energía limpia, ayudando a todos los países a compartir sus enormes beneficios: más empleos, un mayor crecimiento, energía más asequible y limpia para todos.
Necesitábamos que ésta fuera una COP propicia, que ayudara a traducir las promesas de la COP28 en resultados reales para proteger a las personas, la prosperidad y el planeta.
Y eso es lo que hemos hecho posible.
En la COP28 el mundo acordó triplicar las energías renovables. En la COP29, triplicamos la financiación climática, y los países trabajarán para movilizar mucho más.
En la COP28 el mundo acordó impulsar la resiliencia climática. La COP29 ayudará a financiar la protección real para quienes están en primera línea, especialmente los más vulnerables.
La COP29 también llegó a un acuerdo global sobre los mercados de carbono, luego de una década de duro trabajo, en la que varias COPs anteriores no fueron capaces de conseguirlo.
Ningún país consiguió todo lo que quería, y nos vamos de Bakú con una montaña de trabajo por hacer.
Las muchas otras cuestiones en las que tenemos que progresar puede que no sean titulares, pero son salvavidas para miles de millones de personas.
Así que no es momento de cantar victoria, tenemos que fijar nuestras miras y redoblar nuestros esfuerzos en el camino hacia Belém.
Aun así, hemos demostrado que el Acuerdo de París de la ONU está logrando avances, pero los gobiernos aún tienen que acelerar el ritmo.
No olvidemos que, sin la cooperación mundial convocada por la ONU, nos encaminaríamos hacia los 5 grados de calentamiento.
Pero aún estamos muy lejos de la meta. Nuevos y audaces planes climáticos de camino a Belem serán cruciales para que volvamos a la carrera. Deben integrar los objetivos que acordamos en Dubái, entre ellos aumentar rápidamente las energías renovables, alejarnos de los combustibles fósiles y transformar las sociedades, haciéndolas más resilientes.
Estos planes, pensados en toda la economía y toda la sociedad, son cruciales.
Hemos visto señales claras de dos países del G20 -Reino Unido y Brasil- porque la adopción de medidas climáticas más enérgicas es totalmente del interés de sus economías y de su población.
Amigos, amigas: el progreso aquí en Bakú se ha ganado a pulso.
Mis respetos a todos los que han trabajado sin descanso. Aunque no hayan conseguido todo lo que buscaban, lo que han entregado hará que miles de millones de vidas sean más seguras y mejores.
A los que se han unido desde la sociedad civil: su trabajo ayuda a que nuestro proceso avance. Hoy fijamos un nuevo objetivo, y ustedes serán vitales para garantizar que se cumpla.
Al personal de la Secretaría, se le ha exigido más allá de lo imaginable y, sin embargo, una y otra vez, se mantuvo en pie y cumplió, para que decenas de miles de personas de casi 200 países pudieran reunirse y sacar adelante los esfuerzos climáticos mundiales. Nunca he visto un grupo de personas que trabaje más duro, que mantenga firme el barco cuando los tiempos se ponen difíciles.
Excelencias, amigos, amigas, aún nos queda un largo camino por recorrer, pero aquí en Bakú hemos dado otro importante paso adelante.
El Acuerdo de París de la ONU es el bote salvavidas de la humanidad; en Bakú ayudamos a que todos los países subieran a bordo.
Gracias