Mongolia está abriendo nuevas vías para la eficiencia energética y las energías renovables entre sus pequeñas empresas, a la vez que anima a las mujeres a participar en los negocios, gracias a una evaluación de las necesidades tecnológicas auspiciada por las Naciones Unidas.
El resultado de esta Evaluación de las Necesidades Tecnológicas (TNA, por sus siglas en inglés), llevó a que el Fondo Verde para el Clima aportara 19,5 millones de dólares estadounidenses al banco mongol XacBank, con el objetivo de que éste ampliara su programa de préstamos comerciales, que actualmente es de de 40 millones de dólares, para apoyar a empresas locales a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto también destaca el importante papel de las mujeres a la hora de impulsar oportunidades de negocios bajos en emisiones. Es por ello que, al menos, la mitad del apoyo financiero se destinará a empresas lideradas por mujeres, un buen ejemplo de cómo la acción climática de un país y los objetivos de desarrollo sostenible pueden sumarse para conseguir mejores resultados.
“La creciente participación de las mujeres debe significar una mayor probabilidad de financiamiento climático operacional”, declaró Amartuvshin Hanibal, presidente de XacBank. “Las estadísticas muestran que las mujeres tienen una mayor probabilidad de cumplimiento de los préstamos, mientras que nuestras observaciones anecdóticas indican que las empresas lideradas por mujeres tienden a ser más rigurosas, menos reacias al riesgo y mejor planificadas”, concluyó Amartuvshin Hanibal.
Se espera que el proyecto consiga reducir gases de efecto invernadero en casi 150 000 toneladas de dióxido de carbono cada año, lo que llevará a tener un aire más limpio y menos problemas de salud derivados de la contaminación por combustibles fósiles. También ayudará a que el consumo total de energía en el país se reduzca, circunstancia que hará bajar los precios a los consumidores.
El programa también contribuirá al plan climático nacional del país (la llamada contribución determinada a nivel nacional) que recoge el Acuerdo de París, y que tiene el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 14%, al aumentar tanto la capacidad de las renovables para generar electricidad, como la eficiencia industrial.
En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de este año (COP23), que se celebrará el próximo mes de noviembre en Bonn, se presentarán más casos de éxito de este programa de evaluación de las necesidades tecnológicas (sitio en inglés), y será posible relacionarse con numerosos profesionales y conocer sus experiencias sobre el terreno. Si desea obtener más información al respecto, vaya aquí (sitio en inglés).
¿Cómo funciona una evaluación de tecnología?
Un país que lleva a cabo una evaluación de necesidades tecnológicas obtiene una mayor comprensión de sus necesidades en tecnología climática, y puede determinar cómo promover un desarrollo bajo en emisiones, resiliente y sostenible.
Mongolia participó en un proyecto de evaluación de la tecnología financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) e implementado por ONU Medio Ambiente a través de su programa con la Universidad Técnica de Dinamarca (UNEP DTU).
Desde 2001, más de 80 países en vías de desarrollo han llevado acabo evaluaciones de necesidades de tecnología climática para luchar contra el cambio climático. Otros actores clave que apoyan estas evaluaciones son el Comité Ejecutivo de Tecnología y el Centro y Red de Tecnología del Clima (ambos de ONU Cambio Climático), así como el Fondo Verde para el Clima.
Unir las tecnologías limpias y el desarrollo
La evaluación reveló que, en Mongolia, los pequeños negocios representan el 90% de todas las empresas y muchos de ellos utilizan tecnologías poco eficaces. En el marco de una contaminación del aire cada vez mayor, se identificaron beneficios sociales, económicos y medioambientales que se podrían obtener si este tipo de negocios se animara a usar tecnologías de emisiones bajas.
Además, el estudio también evidenció que los costes de inversión eran un obstáculo para que los pequeños comercios pudieran acceder a energías renovables. Este también era uno de los principales desafíos para promover el desarrollo sostenible.
XacBank siguió las recomendaciones de la evaluación y tomó la iniciativa de abordar esta barrera de acceso a la tecnología mediante la presentación de una propuesta al Fondo Verde para el Clima. El objetivo era respaldar las inversiones en tecnologías energéticamente eficientes y de fuentes de energía renovables por parte de las micro, pequeñas y medianas empresas. Esto se traduce en que las empresas de Mongolia ahora pueden permitirse adoptar modelos comerciales a largo plazo y con bajas emisiones de carbono. Además, ayudan a disminuir la prevalencia actual de altos costos de financiamiento, y de préstamos con plazos relativamente cortos. La evaluación de las necesidades de tecnología también promueve otros ejemplos de acción sobre el terreno. Gracias al estudio, se identificó la energía solar fotovoltaica como una de las tecnologías prioritarias.
A principios de mes, el Fondo Verde para el Clima aprobó otra propuesta de XacBank de casi 9 millones de dólares estadounidenses para financiar una planta de energía solar de 10MW. Este proyecto tiene el objetivo de reducir la dependencia de Mongolia a los combustibles fósiles para generar energía, y también de ayudar a conseguir la contribución determinada a nivel nacional de generar un 30% de la electricidad a través de fuentes de energías renovables en 2030. Más información en evaluaciones de necesidades tecnológicas aquí.