Noticias ONU Cambio Climático, 21 de enero de 2019 - Las medidas climáticas adoptadas por la comunidad internacional para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París modificarán la geopolítica del mundo, y lo harán en beneficio de los países que promuevan activamente la energía limpia y renovable.
Esta es la conclusión más importante de un informe elaborado este mes por la Comisión Mundial sobre la Geopolítica de la Transformación Energética, y presentado en la Asamblea de este año de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Los países están invirtiendo en energía renovable tanto para limpiar el aire de las ciudades contaminadas, como para que puedan alcanzar el objetivo central del Acuerdo de París, que es limitar el aumento de la temperatura media mundial lo más cerca posible de 1,5 ºC.
“Los países que son capaces de aprovechar las nuevas tecnologías para la energía renovable pueden esperar aumentar su influencia y alcance global”, dice la Comisión, lo que llevará a “cambios en la posición relativa de los Estados, el surgimiento de nuevos líderes energéticos, actores energéticos más diversos, cambios en las relaciones comerciales y el surgimiento de nuevas alianzas”.
La Comisión Mundial sobre la Geopolítica de la Transformación Energética es una iniciativa independiente que se presentó durante la asamblea de IRENA en enero de 2018. Su objetivo es examinar la forma en la que el cambio a gran escala hacia las energías renovables está perturbando el sistema energético mundial, afecta a las economías y cambia la dinámica política dentro de los países y entre ellos.
Según el informe, la seguridad y la independencia energética de más países estarán garantizadas por la transición hacia tecnologías limpias, ya que las fuentes de energía renovables (especialmente el sol y el viento) están disponibles de una forma u otra en la mayoría de los países, a diferencia de los combustibles fósiles, que se concentran en zonas geográficas específicas.
Los países ricos en metales y minerales (como, por ejemplo, cobalto, litio, níquel o zinc), que son esenciales para la transición energética, están llamados a convertirse en líderes en innovación tecnológica y transformación energética global, y crearán así nuevas relaciones económicas y comerciales.
El informe también detalla cómo las grandes empresas están impulsando el cambio al tratar de tomar medidas sobre el clima en función del Acuerdo de París. Por ejemplo, grupos de inversores como DivestInvest y la ONG Climate Action 100+ han trabajado con éxito con empresas para reducir su huella de carbono.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP24) celebrada el pasado diciembre en Polonia, un grupo de 415 inversores, que representaban a más de 32 billones de dólares en activos, pidió a los gobiernos que pusieran un precio al carbono, abolieran los subsidios a los combustibles fósiles, y eliminaran gradualmente la energía de carbón térmico.
Es importante destacar que los inversores expresaron su pleno apoyo al Acuerdo de París, lo que constituye un claro indicio de que el sector de la energía acabará pasando a ser un sector con bajas emisiones de carbono, una tendencia que debe acelerarse urgentemente para que el futuro esté a salvo de los peores estragos del cambio climático, como sequías, tormentas e inundaciones cada vez más frecuentes y graves.
Para leer el comunicado de prensa de IRENA, haga clic aquí (en inglés).
Para leer el informe completo “Un nuevo mundo, la Geopolítica de la Transformación Energética”, haga clic aquí (en inglés).