Los asuntos de igualdad se refuerzan con un plan de acción quinquenal adoptado en la COP25
30 Enero 2020
Artículo
COP25 enhanced gender plan

Noticias ONU Cambio Climático, 29 de enero de 2020 – En la Conferencia de la ONU sobre el clima, COP25, celebrada en Madrid el pasado mes de diciembre, los países tomaron medidas para acelerar un enfoque más sensible al género en la acción climática a partir de la adopción del Programa de Trabajo de Lima sobre Género (LWPG por sus siglas en inglés) y el Plan de Acción de Género (GAP por sus siglas en inglés) mejorados y exhaustivos. En ellos se establecen las acciones que los países y la comunidad internacional en general pueden y deben tomar para alcanzar este objetivo.

El cambio climático afecta a las personas de forma distinta. Factores como el sexo, la edad, la discapacidad, el origen étnico y la pobreza pueden desempeñar un papel importante. Las desigualdades existentes basadas en el sexo de una persona pueden aumentar su vulnerabilidad a los efectos inevitables del cambio climático, incluidos los peligros naturales, como las sequías, los deslizamientos de tierra, las inundaciones y los huracanes.

Las desigualdades pueden impedir que las personas discriminadas o marginadas participen en la toma de decisiones, por ejemplo, en las inversiones que se realicen. Y las desigualdades significan que algunas personas pueden beneficiarse más que otras de las soluciones climáticas, como en la transición a los mercados e industrias de bajo carbono la energía limpia que da lugar a un aire más limpio.

El resultado positivo del Plan de Acción de Género se complementó con la creciente visibilidad del tema de la igualdad en la COP25. Un día especial celebrado el 10 de diciembre, y numerosos actos paralelos, mostraron los beneficios y la necesidad de una política y una acción climática que tuvieran en cuenta las cuestiones de igualdad. Entre estos actos se incluía un programa con talleres técnicos sobre la integración de la igualdad en los planes nacionales de adaptación (PNA) y las evaluaciones de las necesidades tecnológicas (TNAs); un acto especial en el que se presentaron las ganadoras de los premios de las Naciones Unidas a la acción climática, "Impulso para el liderazgo de las mujeres"; y un acto de alto nivel. Así, se mostró cómo los países están teniendo en cuenta las cuestiones de género para crear sistemas energéticos resistentes al clima y mejorar la capacidad de recuperación de las costas.

En la reunión de alto nivel organizada por la Presidencia de la Conferencia de las Partes y Alemania, los representantes ministeriales de Alemania, Costa Rica, Colombia, Egipto, España y Luxemburgo, moderados por una ex Presidenta de Irlanda, reforzaron la urgencia de que los gobiernos se pusieran de acuerdo sobre una ambiciosa mejora del Plan de Acción de Género. "El tiempo de actuar no es un eslogan. Es una decisión. Es un imperativo moral. Para ello es urgente incorporar una perspectiva de igualdad en las políticas de cambio climático", dijo la presidenta de la COP, Carolina Schmidt, durante el evento. Mientras tanto, los talleres técnicos y el evento de "Impulso para el liderazgo de las mujeres" demostraron el enorme impacto potencial de la acción climática que tiene en cuenta la igualdad para abordar la crisis climática.

El éxito del anterior LWPG y su Plan de Acción de Género también se puso de manifiesto cuando las cuestiones de igualdad se hicieron visibles en la presentación de informes de los órganos constituidos a los órganos rectores sobre su labor en 2019. En la COP25 también se presentó un informe de síntesis sobre los progresos realizados en la integración de la perspectiva de igualdad en los procesos de los órganos constituidos, lo que demuestra una mayor participación en materia de género en todos los procesos de la CMNUCC.

Nuevo plan quinquenal para una ambiciosa acción climática que tiene en cuenta la igualdad

El LWPG y el Plan de Acción de Género ampliado reconocen que es necesario seguir incorporando la perspectiva de género en toda la Convención y que ello contribuirá a aumentar la eficacia, la equidad y la sostenibilidad de las políticas y medidas sobre el clima.

También refleja el reconocimiento por parte de los gobiernos de que las consideraciones de género son cambiantes a lo largo del tiempo (basadas en cambios en las leyes, normas y costumbres e instituciones) y están determinadas por factores multidimensionales (como la edad, la raza, la etnia, la clase, etc.). Por otro lado, se ha reforzado aún más la importancia de los derechos humanos y de una transición justa de la fuerza de trabajo al actuar en la emergencia climática.

Este plan quinquenal de acción mejorado se centra en la implementación, y afirma que es fundamental que todos los interesados, tanto públicos como privados, adopten medidas para que se tengan en cuenta las cuestiones de igualdad y se realicen actividades relacionadas con ellas.

El Plan de Acción de Género incluye 20 actividades agrupadas en las esferas prioritarias: a) creación de capacidad, gestión de los conocimientos y comunicación; b) equilibrio entre sexos, participación y liderazgo de la mujer; c) coherencia; d) aplicación con perspectiva de igualdad y medios de aplicación; e) supervisión y presentación de informes. En esas actividades se describen medidas y resultados concretos, como la convocatoria de presentación de comunicaciones en la que se invita a los gobiernos y los observadores a compartir conocimientos extraídos sobre la incorporación de la perspectiva de género en las políticas y medidas nacionales sobre el clima, además de un taller sobre este tema en el SB52.

Hay otras actividades en curso, además de la petición a gobiernos y organizaciones pertinentes para que actúen a nivel internacional, regional y nacional. Entre ellas cabe citar una mayor disponibilidad de datos desglosados por sexo, la organización de reuniones de grupos de expertos sobre la elaboración de presupuestos con una perspectiva de género, el despliegue de soluciones tecnológicas que tengan en cuenta la igualdad para hacer frente al cambio climático y el fomento de la plena participación y el liderazgo de las mujeres y las niñas en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, así como la investigación y el desarrollo.

Estos avances positivos en materia de igualdad indican la voluntad política de marcar la diferencia.