Noticias ONU Cambio Climático, 12 de diciembre de 2018. La reunión de alto nivel dedicada al Balance Previo a 2020 ha ofrecido a ministros y Partes una valiosa oportunidad para evaluar todo el abanico de medidas que se están tomado por todo el planeta frente al cambio climático antes de 2020.

Los ministros asistentes resaltaron tanto éxitos como deficiencias en la respuesta al cambio climático.

En el segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kyoto, los países desarrollados establecieron objetivos para reducir sus emisiones para 2020, y tienen que hacerlo incluso aunque la Enmienda de Doha, con la que dará comienzo este segundo periodo, no haya sido ratificada por un número suficiente de Partes.

El Informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 °C, elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y los informes recientes de la OMM y el PNUMA, confirmaron que sigue habiendo importantes diferencias entre las medidas y las metas previas a 2020.

Algunos delegados recalcaron la necesidad de mantener la presión y evitar que los esfuerzos por reducir las emisiones simplemente tengan que prorrogarse después de 2020.

No obstante, también resaltaron varios enfoques útiles. Un tema común del que todos hablaron fue la colaboración de los interesados que no son Partes para conseguir los objetivos del Acuerdo de París mediante alianzas.

Algunos países se han propuesto crear una economía circular que reduzca el consumo de materiales y energía. Otros están reestructurando la industria, invirtiendo en tecnología con un nivel bajo de emisiones de carbono, promoviendo la eficiencia energética y aumentando la plantación de árboles y la repoblación forestal.

La reforma del sector de la electricidad puede eliminar el poder de los proveedores que ostentan monopolios y promover las energías renovables y la innovación.

Si bien muchas actividades y proyectos están funcionando bien, la mitigación y la adaptación no se están llevando a cabo ni al ritmo ni a la escala necesarios. En este sentido podría ser de gran ayuda contar con una visión estratégica a largo plazo que cubra todos los sectores de la economía.

La conclusión general fue que, si bien se ha hecho mucho por abordar el problema del cambio climático, todavía es necesario hacer mucho más antes de que lleguemos a 2020. Hay que cerrar la brecha entre el nivel actual de ambición y el que hace falta antes de 2020.

Financiación para hacer frente al cambio climático

La promesa de movilizar 100 000 millones de USD anuales hasta 2020 para financiar medidas frente al cambio climático en países en desarrollo es crucial, tanto para generar confianza como para capacitar a los países en desarrollo, y que estos puedan contribuir plenamente a los esfuerzos mundiales contra el cambio climático.

Los asistentes que hablaron en representación de países desarrollados describieron el progreso que están haciendo hacia la meta de los 100 000 millones. También hablaron de su labor para llegar a comprender mejor qué fuentes y qué instrumentos deberían formar parte de la meta.

Los que hablaron en nombre de países en desarrollo hicieron hincapié en la necesidad de acelerar las corrientes de financiación y en que la reposición del Fondo Verde para el Clima (FVC) era crucial. También recalcaron que el acceso a la financiación puede resultar complicado y llevar mucho tiempo, especialmente la financiación de fondos multilaterales.

Para que fluya la financiación es necesario fortalecer la capacidad de muchos países para acceder a ella. Los entornos propicios también son importantes para aprovechar plenamente la financiación climática.

También se señaló que, si bien se ha avanzado en lo que respecta a la financiación en general, la destinada a la adaptación va muy por detrás de la destinada a la mitigación.  Eso es crucial para los países más vulnerables que necesitan urgentemente tomar medidas de adaptación.

El siguiente balance de alto nivel se realizará a finales de 2019 durante la COP25.