Científicos advierten de los efectos impredecibles del cambio climático en el Ártico
26 Abril 2017
Informe

 

El Ártico está cambiando de manera rápida e inesperada debido al calentamiento global y, si estos cambios continúan al mismo ritmo, tendrán impactos graves en la salud humana y en la seguridad de las economías, la industria y los ecosistemas de todo el mundo. Esta es la advertencia que han hecho los científicos que han participado en la elaboración del último informe SWIPA (nieve, agua, hielo y permafrost, por sus siglas en inglés) que la AMAP, el Programa de monitoreo y evaluación del Consejo Ártico, ha presentado esta semana.

Sin embargo, el informe deja lugar para la esperanza, al asegurar que la implementación del Acuerdo de París adoptado en 2015 puede limitar esos efectos. A pesar de que se logren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, el Ártico seguirá experimentando cambios. Sin embargo, si esas reducciones son lo suficientemente ambiciosas como establece el acuerdo, se limitarán de manera importante los cambios en el Ártico a partir de la segunda mitad de siglo.

Casi un centenar de científicos han participado en la elaboración de este informe cuyo objetivo es guiar la acción política de los ocho países miembro del Consejo Ártico, es decir, Canadá, Dinamarca (más Groenlandia e Islas Faroe), Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos.

El calentamiento global se está dejando sentir de manera más crítica en el Ártico que en otras zonas del planeta. Las temperaturas récord registradas en los últimos años están provocando una aceleración del deshielo y del derretimiento de la nieve, de los glaciares y del permafrost, que es la capa de suelo congelado.

Los científicos nos recuerdan además que el Ártico funciona como una especie de regulador climático, jugando un rol importante en el clima y la meteorología a nivel mundial así como en el aumento del nivel del mar.

Se espera que para mediados de este siglo, la temperatura media en el Ártico aumente en 4 o 5 grados centígrados, con respecto a la temperatura de finales del siglo pasado. Este incremento es el doble que el incremento de la temperatura previsto en el conjunto del hemisferio norte.

Actualmente, en los meses de verano, el hielo del Océano Ártico se derrite solo parcialmente. Sin embargo, se prevé que el calentamiento deje el Ártico casi totalmente libre de hielo a finales de los años 2030, algo que afectará a las poblaciones de animales cuya supervivencia para la alimentación y reproducción depende de la capa helada. Es el caso de los osos polares y de algunas especies de focas y de morsas.

Para limitar estos efectos, el informe sostiene que los seres humanos debemos reducir de manera substancial las emisiones de gases de efecto invernadero y hacerlo en mayor medida que lo previsto en los planes climáticos presentados por los países como contribución a la adopción del Acuerdo de París.

El informe sostiene que si se cumplen los objetivos de limitación de la temperatura del acuerdo se estabilizará el aumento de la temperatura en el Ártico y se evitará que el nivel del mar aumente de 20 centímetros. Recordemos que el objetivo principal del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura media para que no supere los 2 grados centígrados y que ese aumento se quede lo más cerca posible de 1,5 grados en este siglo con respecto a las temperaturas de la era preindustrial.

Para conocer más detalles de este y de los demás informes publicados por AMAP esta semana, visite esta página web, o descargue el comunicado de prensa (documentos en inglés).

En este video (en inglés) podrá escuchar a algunos de los científicos que han participado en el informe.

 

 

 

 Crédito fotográfico: Wikimedia Commons