Estimados líderes mundiales,
Les escribimos para alertarles de que 2015 será un año de grandes oportunidades, pero también de grandes riesgos.
Lo que está en juego es de vital importancia: nada menos que el futuro de la humanidad y del planeta del que dependemos. A finales de 2015 culminarán dos procesos de trascendencia mundial: la renovación del actual marco para el desarrollo de la ONU (los Objetivos del Milenio) y la elaboración de un nuevo tratado sobre el clima. Ambos procesos serán el fruto de nuestra decisión sobre el futuro que queremos para las personas y la Tierra. Según lo que decidamos, en 2030 podríamos vivir en dos mundos completamente distintos.
Una opción sería la de avanzar hacia la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, y acabar con las muertes evitables de recién nacidos, niños y madres. Optando por este camino, le daremos a cada persona la oportunidad y el derecho de vivir con dignidad sin agotar las capacidades de nuestro planeta para acoger a las generaciones presentes y futuras. Este objetivo es posible si hacemos lo correcto.
La otra opción es la del fracaso, el permitir que continúen las injusticias que suponen la pobreza, el hambre y las pandemias. Algo que provocaría una inseguridad creciente, alimentada por un acceso desigual a los recursos naturales, cada vez más escasos. Esta situación nos llevaría a conflictos trágicos e imposibles de evitar, ni siquiera por los más ricos. Este escenario también es perfectamente posible si de cara a 2015 no cambiamos las cosas.
¿En qué mundo les gustaría vivir en 2030? Eso va a depender de las decisiones que tomen en 2015 y que ya se están gestando.
Una buena noticia es que de cara a 2015 y al futuro que le seguirá se está formando un movimiento mundial inspirado por estas palabras de Nelson Mandela: “Como no lo son ni la esclavitud ni el apartheid; la pobreza no es algo natural. Son invenciones humanas que pueden ser superadas con acciones humanas.” El cambio climático también puede y debe ser remediado con la acción de todos.
Este movimiento de defensa de la humanidad y del planeta será el primero en elogiar a aquellos líderes que estén a la altura de ese momento histórico. Pero también le pedirá cuentas a aquellos otros líderes que fracasen en contribuir a un mundo mejor y más seguro para todos. Esta corriente levantará además la voz en favor de los marginados y los desprotegidos, en pro de una justicia para todos.
No se dejen a nadie en el camino, miren hacia el futuro creyendo que pueden lograr grandes cosas, porque son ustedes quienes tienen en sus manos esta oportunidad única en la historia.
Cordialmente,
Bono, Malala Yousafzai, Desmond Tutu, Graça Machel, Mohammed Yunus y Mo Ibrahim.
Carta abierta publicada en el diario canadiense The Globe and Mail y traducida por la CMNUCC.
Crédito fotográfico: WindKoh.