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La Alianza para la Reducción de las Emisiones de Metano Provenientes de la Producción de Petróleo y Gas (OGMP, por sus siglas en inglés) de la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo gestionar las emisiones de metano y encontrar maneras innovadoras de reducirlas.
El metano producido por la acción humana es un contaminante climático de corta vida (CCCV) que permanece en la atmósfera durante 20 años, un periodo más corto que el siglo de duración del CO2. No obstante, el metano es un gas de efecto invernadero al menos 84 veces más potente que el CO2, lo que significa que cualquier reducción de metano tiene un impacto significativo e inmediato.
Reducir el metano, una prioridad para el sector de la energía
La reducción de emisiones de metano es una de las cinco prioridades de la política climática del sector de la energía, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La agencia publicó en junio un informe especial Energía y Cambio Climático, presentando las condiciones necesarias para alcanzar pronto un pico de emisiones mundiales relacionadas con la energía.
La Alianza para la Reducción de las Emisiones de Metano fue presentada como una de las principales oportunidades para la acción climática en la Cumbre del Clima del Secretario General de la ONU en septiembre de 2014 y es una de las iniciativas de la Agenda de Acción Lima-París.
Las empresas pueden adherirse a la Alianza de manera voluntaria firmando un memorándum de entendimiento con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). BG-Group (Reino Unido), ENI (Italia), Pemex (México), PTT (Tailandia), Southwestern Energy (Estados Unidos), Statoil (Noruega) y Total (Francia) están entre las empresas que hasta ahora se han adherido a la Alianza, con el objetivo de hacer del gas natural una fuente de energía más limpia.
Los adherentes a la Alianza se comprometen a medir las nueve fuentes “principales” de emisiones de metano (ver la lista más abajo), a estudiar tecnologías rentables para reducirlas, tomar medidas y compartir los resultados obtenidos con las partes interesadas
Con esta Alianza, el objetivo de los productores de petróleo y gas es aplicar un enfoque sistemático de identificación, cálculo y mitigación para obtener resultados a corto plazo, para que la concentración de los contaminantes de corta vida en la atmósfera descienda más rápido, contribuyendo a ralentizar el calentamiento mundial.
Se pueden lograr mayores recortes de emisiones reduciendo las fugas
Según una estimación mundial publicada el pasado mes de abril por el Rhodium Group, cerca del tres por ciento del gas natural producido se escapa generando emisiones de metano, además del gas que se quema o se libera de manera rutinaria. Reduciendo tales escapes al uno por ciento para apenas la mitad de la producción de gas mundial, se ahorrarían unos 2,4 billones de pies cúbicos de emisiones, o lo que equivale a 1.120 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año.
¿Hasta dónde pueden llegar las empresas para reducir las emisiones de metano? Los datos de calidad son escasos, lo que dificulta determinar la cantidad de contaminación que entra en la atmósfera y establecer plazos y objetivos claros. La Alianza aplica un enfoque sistemático a través del cual las empresas identifican las fugas y deciden el ritmo de sus esfuerzos de mitigación, mientras que se comprometen a informar anualmente y de manera pública de los progresos alcanzados. Las empresas participantes tienen como objetivo a largo plazo incluir las nueve fuentes “principales” de emisiones provocadas por sus operaciones en el marco de la Alianza para que sean tanto certificadas como controladas, lo que también contribuirá a suministrar al sector un conjunto de datos creíbles.
Las empresas también se benefician económicamente de su participación en la Alianza puesto que pierden menos producto en fugas prevenibles y mejora su credibilidad climática de cara a los consumidores. Por otra parte, las medidas tomadas en este área están cada vez más suscitando el interés de los inversores. En enero de 2014, tres grupos de inversores internacionales que representan más de 20 billones de dólares en activos emitieron una declaración conjunta pidiendo la implicación de todas las empresas petroleras y gasísticas.
Las principales fuentes de emisión en las operaciones de la industria del petróleo y el gas:
- Controles y bombas neumáticos impulsados por gas natural;
- Escapes y fugas en equipos y procesos;
- Compresores centrífugos con sellos «húmedos» (aceite);
- Venteo de junta o empaquetadura de vástago de compresores de émbolo;
- Deshidratadores de glicol;
- Depósitos para el almacenamiento de hidrocarburos líquidos;
- Venteo de pozos para la descarga de líquidos;
- Venteo o quema de pozos durante la terminación de pozos de fracturación hidráulica;
- Venteo de gas de pozos de petróleo.
Los beneficios
- La credibilidad de una asociación público-privada que reconozca sus esfuerzos pasados y presentes para reducir las emisiones de metano.
- La mejora de los niveles recuperación de sus productos y, por ende, el aumento del volumen de ventas y los ingresos.
- Los beneficios operativos y de seguridad gracias a la mejora de los equipos;
- La armonización con otras normas para la presentación de informes y la divulgación de la información;
- El intercambio de mejores prácticas y el apoyo al respecto;
- El desarrollo de una base de datos fiable del sector que sustente las acreditaciones relacionadas con el clima y el aumento del gas natural.
Crédito de la fotografía: Ken Doerr (Flickr).